domingo, 13 de marzo de 2011

Watchmen

Superhéroes en horas bajas

Tercera película de Zack Snyder basada en la novela gráfica de mismo nombre de Alan Moore y Dave Gibbons.

En la década de los 80, con Estados Unidos inmersos en la guerra fría los superhéroes han visto caer su reputación y han pasado de ser los defensores de las calles a estar perseguidos por la policía. Uno de los ex héroes es asesinado en muy extrañas condiciones.


Soberbio y arrollador comienzo de la película con unos fantásticos títulos de crédito en los que se presenta a los héroes a cámara lenta acompañado de la voz de Bob Dylan cantando The times they are a-changing.

Muy buena selección de canciones de la banda sonora (Leonard Cohen, Dylan, Simon & Garfunkel). La película tiene un poderío visual inmenso, muy cuidada fotografía. Se adapta bien a la pantalla a costa de una narración en off que llega a hacerse un poco pesada en algún tramo de la película.

La historia es la que es, la del comic. Y es aquí donde radica el mayor problema de la película en un guión que no para de recordarte que estás viendo un comic animado que, eso sí, termina con un muy buen final.

jueves, 3 de marzo de 2011

Mark Webb filma una ópera prima fresca, original y llena de simpatía

El director sabe explotar su experiencia con videoclips y no duda en apoyar gran parte del peso de la película en el apartado musical. El resultado es cuanto menos notable.


Tom (Gordon-Lewit) se enamora perdidamente de Summer (Zooey Deschanel) pero esta no cree que Tom sea el amor de su vida. Historia que habla de las relaciones, del amor y del desamor y de cómo salir de este último cuando se cree que todo está perdido.

La película tiene un planteamiento muy original, utiliza con inteligencia los recursos de flashbacks y flashforwards que son aprovechados gracias a un excelente montaje. Buena música y muy apropiadas canciones, especialmente The Smiths. Divertidísima y cómica parte la del musical con la canción “You make my dreams”.


Quizás el único pecado punible a esta película pueda ser el cierto maniqueísmo que hay entre los dos personajes principales Summer y Tom.

Se incluyen varias referencias cinéfilas, como por ejemplo a Truffaut y al “Séptimo sello” de Ingmar Bergman pero en este lugar el protagonista está jugando al ajedrez contra Cupido en lugar de contra la Muerte.

La película viene a confirmarnos que es posible hacer comedia romántica sin usar clichés repetidos infinidad de veces y dando un planteamiento distinto a lo que estamos acostumbrados.